Finlandia, ejemplo en educación - Colombia entre los últimos lugares de la prueba PISA


Por Olga Yolanda Rojas Torres*
Avanza el siglo XXI, el mundo entró en la era de la información pero en Colombia seguimos encadenados a la miseria de la sinrazón. Nuestro país se encuentra muy lejos de llegar a La Meca del intelecto pues en la prueba internacional PISA que evalúa la capacidad de los jóvenes para aplicar sus conocimientos en un contexto dado, se la ubica entre los últimos 15 países junto con Brasil, Argentina, Perú y Panamá. Esta prueba se adelanta cada tres años en las áreas de matemáticas, lectura y ciencias naturales. La población evaluada corresponde a estudiantes de quince años de edad. En 2009 se examinaron 65 países del mundo. Llama la atención que desde el año 2000 Finlandia se ha mantenido en el primer puesto en los resultados de esta prueba, en todas las áreas, y en creciente mejora.
¿Cuáles son las condiciones favorables de la educación en Finlandia? La cobertura de básica y media es completa. Los niños empiezan su recorrido formativo en pre-escolar a los 6 años. Las matrículas no tienen ningún costo para las familias. Se estudian tres lenguas maternas y dos extranjeras a lo largo de la formación básica. La educación media  es vocacional, permitiendo que los jóvenes desarrollen sus aptitudes. Los docentes tienen posgrados y son elegidos después de exigentes procesos evaluativos.
Los estudiantes finlandeses deben viajar por tres lenguas maternas, el finés, el sueco y el lapón. El finés es la lengua nacional, sin embargo, por haber sido colonia de Suecia, también hablan sueco. El ancestral pueblo lapón o sami, tiene parte de su territorio en Finlandia, lo que hace de esta una tercera lengua nacional. Finlandia es entonces un país multilingüe en el que se estudian como lenguas extranjeras inglés y ruso, entre otras. Es por esto que las escuelas de básica consagran buena parte de su tiempo y esfuerzo a las letras. Por nuestra parte, el mapa lingüístico de Colombia es dibujado por cerca de 80 lenguas vivas. Sin embargo, seguidores fieles de la imposición colonial, insistimos en que se enseñe únicamente el español, y un inglés precario.
En Finlandia, cuando los estudiantes han terminado su educación básica deben presentar exámenes de conocimientos y competencias. Una vez los aprueban pueden pasar al nivel medio, en el que eligen la carrera técnica de su gusto. Este ciclo tiene una duración de tres años, es gratuito, ofrece planes en diversas artes, deportes, agropecuarias, industria, comunicación, cursos teóricos, y salud, y consiste en cursos de fundamentación, profundizaciones optativas, y talleres prácticos. Al finalizar, los estudiantes deben presentar un examen con el que podrán entrar a la universidad. En Colombia urge el establecimiento de institutos en los que se diseñen proyectos industriales auténticos, se estudien nuestras riquezas mineras, la biodiversidad, la topografía, las múltiples tradiciones en salud, las expresiones multi-culturales, y por supuesto nuestra riqueza lingüística.
En Finlandia, quien ha sido aceptado para ser profesor de escuela, se ha certificado con pruebas que lo ubican entre los ciudadanos más ilustrados del país. Los maestros de preescolar, por ejemplo, cuentan con la trayectoria del pre-grado, pero además, con frecuencia, ellos tienen maestrías, y continúan sus estudios hacia el doctorado. Los finlandeses creen en la educación y lo demuestran con hechos. En Colombia faltan facultades de magisterio en todo el territorio nacional, redes docentes de cooperación, mejores condiciones laborales, incentivos a la investigación disciplinar y pedagógica, y el reconocimiento público y dignificante de la labor de los maestros. Si no hacemos ya cambios estructurales estaremos subyugando a las nuevas generaciones a un servilismo oscurantista.

*Candidata a doctora en Semiótica