Exposición de Adriana Patiño



La obra de Adriana Patiño abarca ya tres décadas en la búsqueda de la esquiva naturaleza humana radicada en el cuerpo y templada entre los designios del cielo y las llamadas de un infierno feliz que tiene su crisol en el deseo. La pasión posee a sus figuras que no son otra imagen que la representación de su cuerpo, cálido espacio de piel y corazón de mujer que haya en el erotismo un fuego sagrado encendido con ardor. Aunque la historia ha sido una relación de sucesos de represión, negación y castigo de la sensualidad femenina, Adriana se empeña en rescatarla con una terquedad valiente, en mostrarla ritualizada o danzante, cortejada o solitaria, y aún poblada de animales y hojarasca, para recordarnos que nuestra razón se asienta en un lugar oscuro y que tal vez es el pecado nuestro destino auténtico y verdadero. Carlos Gustavo Alvarez.

“Mi trabajo está inscrito en el erotismo y quiero mostrar el carácter sagrado que posee. Como mujer que siente y vibra con los placeres, quiero develar el cuerpo de la mujer, cuerpo que ha estado subyugado por la represión y el temor a mostrar su sensualidad y goce. Haciendo una aproximación al Kamasutra donde el disfrute de los sentidos, el juego erótico y los deseos ocupan un lugar preponderante, tomo la hoja como elemento mágico de la naturaleza poblándola de rituales, cortejos, danzas y animales, estos últimos como muestra de nuestra naturaleza instintiva y salvaje”. A.P.